Terminado de leer un libro más de Santiago Posteguillo («Yo, Julia»), no puedo más que dar gracias al autor por los buenos momentos que paso leyendo sus libros. Por su trabajo de investigación y por la pasión que transmite en cada uno de los capítulos.
Para mí, sus libros no tienen nada que envidiar a autores internacionales de best-sellers como Ken Follet.